Capítulo 4: ¿Qué es ella?


Capítulo 4: ¿Qué es ella?
JASPER HALE:
Salimos de la habitación donde Eleanor se encontraba. Antes de que Carlisle pudiera mirarme y formular cualquier pregunta comencé a hablar.
   Carlisle, esa chiquilla no es normal. Alice no pudo ver cuando despertaría. Cuando le preguntamos sobre su… sobre lo último que recordaba comenzó a llorar… ¡Llorar! Un vampiro que llora. ¿Has escuchado su apellido? Es Levi… así se llamaba un jefe de una tribu en Alaska… Carlisle… ¿Qué es ella?
Mi miedo hacia lo que ella era, era mayor de lo que había pensado. Tal vez me invadió el miedo que ella tenía o simplemente, era mi preocupación de que alguien se enterara y viniera donde nosotros. Los Vulturi, son un ejemplo.
   No estoy seguro, Jasper y si, Alice me comentó su frustración al no poder ver cuando despertaría y como sería su reacción. Tenemos que hacer algunos experimentos… para darnos una idea de que es ella. –no dije nada más, solo asentí y me regrese donde Edward.
Ellos no decían nada, solo se estaba mirando, así que supongo que sería una platica mental.
Miré hacia la ventana.
No se conoce de otro caso igual… pensé. Y sería malo que ella fuera la única en su especie. Necesitamos saber habilidades y debilidades. Tal vez fue un error convertirla… tal vez pudimos haber dejado que Carlisle intentara salvarla de algún otro modo.
   Jasper…-me llamó Edward y voltee para ver que quería. –ella también lee mentes, se más…cuidadoso con lo que piensas, más cuando se trata sobre lo que es ella –asentí.
   ¿Quiénes son los Vulturi? –preguntó Eleanor.
   Luego te explicamos, es mucho por hoy –contesté. Ella solo se dedico a asentir.
   ¿¡Ya despertó la chiquilla!? –Emmett…
   Si Emmett, y por favor, baja la voz, esta un poco aturdida.
No pasaron ni cinco segundos cuando Emmett ya estaba frente a la entrada, con una gran sonrisa en el rostro.
   ¿Cómo te llamas, pequeña?
   Eleanor…pero llámenme Ellie –le sonrió.
   Ellie… ¿De donde vienes?
   Alaska… -dijo amablemente.
   Aja… y… espera… ¡Rose! ¡Rose! –comenzó a gritar como loco. –¡Ven a verla!
Edward se sobresaltó y miró a Eleanor al instante mirando con detalle cada parte de su rostro. ¿Qué habrá pensado Emmett?
   Rose, mira –dijo Emmett aún más feliz cuando mi hermana llegó a la habitación –es parecida a ti.
Rosalie no dijo nada. Se acercó a Eleanor y la miro con detalle, incluso, más que Edward. Me acerqué a Rosalie tratando de interponerme pero Edward me miró y negó.
A Rosalie se le escapó una sonrisa felicidad, lo pude sentir.
   ¿Cuál es tu nombre, cariño?-le estaba sonriendo a la chiquilla.
   Eleanor. –Eleanor bajó la cabeza, seguro leyó los pensamientos de Rosalie. –Eleanor Levi, pero llámame Ellie, es lindo, creo. –le sonrió tímidamente.
Era típico el efecto que causaba Rosalie. Todas las chicas se sentían ‘menos’ delante de ellas. Todos se sentían menos delante de los vampiros.
Sentía los sentimientos de Rosalie que estaban desbordando alegría. Era la primera vez después de mucho tiempo –o al menos, desde que nació Renesmee- que se sentía así, pero era más intensificado.
Se me escapó una sonrisa y al instante la borré.
   Chicos…salgan un momento, le haré unas preguntas a Ellie –habló Carlisle –Jasper, será mejor que te quedes, por si es necesario. –asentí y esperamos a que saliera el último Cullen para cerrar la puerta, aunque eso no serviría de nada- Así que… lees  mentes ¿Qué te parece? –le pregunto Carlisle a Eleanor como si se tratara de una niña de cinco años que acababa de entrar a la escuela.
   Oh…bueno…genial, supongo, mientras no haya tanta gente como ahorita… mi cabeza se llena de voces y no puedo escuchar una con determinación porque mientras le pones atención a una, las otras hablan y hablan e incluso, se vuelven más fuertes. –explicó con calma.
   ¿Conoces un poco la historia de tu bisabuelo paterno?
   Mi familia no habla de él…o más bien, no hablamos de la familia de mi padre, no es un asunto que les guste tocar por el simple hecho de que la mayoría desapareció hace unos meses.
   ¿Has tenido un ardor en la garganta?
   No, realmente, solo un simple cosquilleo. –sonrió y al ver la cara que teníamos Carlisle y yo la borró. -¿Eso es malo?
   Es…extraño, pero no malo –hizo una pausa –es bueno, tranquila Ellie. –le sonrió.
Carlisle continuo así con las preguntas y sentía como ella se ponía cada vez nerviosa.
La tranquilice más de tres veces y con el pensamiento le decía que se calmara y ella solamente asentía.


Estaba en el despacho de Carlisle. No importaba si estaban lejos o cerca el resto de la familia, se enteraría Edward, pero igual, ellos lo escucharían.
   No deberías estar tan preocupado. –habló Carlisle. –Jamás te había visto así.
   No sé que me pasa –afirmé-pero me preocupa nuestra familia, Carlisle, y esa chiquilla puede presentar problemas.
   Pero no los presentará. ¿No has visto cuando un rayo de sol le tocó el brazo? Brilla tan leve como Renesmee, puede pasar como humana.
   Explica el color de ojos. Ella no es humana, tampoco es un vampiro.
   Todo tiene una explicación, Jasper, tranquilízate, le encontraremos una a esta. Creo que solo estas así porque ella irradia nervios en cuanto la ves.
   Es peligrosa. –ignoré su comentario.
   Nosotros también lo somos –me recordó.
Gruñí de frustración.
No me había molestado con Carlisle.
Desde hace un tiempo –unas horas, tal vez, unos días- llevo una pelea interna preocupándome demasiado sobre nosotros. Sobre nuestra familia. Ella representa un peligro pero ¿De qué me preocupa? Lo solucionaremos. Le encontraremos una razón a este problema sin resolver.
   Tranquilízala –me pidió Carlisle –una cosa más, su corazón late. Leve, pero late. No es del todo vampiro. –me aseguró, antes de salir.

Eleanor tal vez no sea un vampiro, pero eso no la hace menos un monstruo.

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Sé que Lily Collins para nada se parce a Nikki Reed... pero Eleanor a Rose si :B Así que....(? 

No sé como me salió la narración por parte de Jasper. No sé, tuve que ponerme en papel de un Jasper nervioso, preocupado por su familia... ya fue que Jasper oculta algo... ¿No creen? :B
¡Muchas gracias a los comentarios! :B
¡Un beso, cuídense! ^^
xx:)♥

Capítulo 3: ¿Salvación o perdición?

Capítulo 3: ¿Salvación o perdición?
ELLIE LEVI:
Comencé a ser consiente del dolor. ¿Así se sentía morir? ¿Me había ido al infierno por haber puesto en peligro a mis amigos? ¿Cómo te atreves a llamarlos amigos? Una voz en mi cabeza sonó y entristecí.
Era verdad… no podía llamarlos amigos…no cuando los defraude.
   Se que estas despierta. –lo mismo que me había dicho Frederic. ¿Todo fue un sueño? –No fue un sueño…lamentablemente.
Abrí los ojos de golpe. Me sentía…mejor que nunca. ¿Morí?
Todavía se veía tan claro, tan…detallado. Estaba mirando el techo. Posé mi vista en la lámpara… era tan…linda. La luz. El polvo igual. Todo se veía tan perfecto.
   Algo así. –miré a mi alrededor y un chico del mismo tono de piel que Frederic y Aranza estaba cerca de mi. –No te haré daño, lo prometo. –levantó sus manos. –Supongo que…Bienvenida al infierno…
   ¡Edward! –le reprimió una voz melodiosa. –voltee a mi izquierda. Una mujer de cara curiosa y las facciones perfectas estaba mirándome. –Lamento eso, ¿Cómo te encuentras cariño? –me preguntó acercándose.
   Como si hubiera vuelto a nacer…
   Esa sería la definición correcta. –afirmó el tal Edward.
La mujer acarició mi cabello y me sonrió. Perfecta dentadura blanca, su tacto… no lo sentía diferente. Miré sus ojos… eran color ámbar.  Sus labios tenían un tono –apenas notable- rosado y delgados.
Giré el rostro para mirar a Edward. Estaba sentado en el sillón que estaba a un lado de esta… ¿Cama? Si, cama. Tenía los brazos cruzados, un saco y el cabello cobrizo despeinado.
Miré a mi alrededor y la habitación tenia colores grisáceos, persianas, una puerta café claro…
   ¿Estoy en un hospital? –pregunté viendo como una niña pequeña cada detalle de la habitación que me diera un indicio de donde me encontraba.
   Casi… -sonrió la mujer- estas en… -dejó de hablar y miró al chico. Se miraron por un largo tiempo, demasiado para mi gusto, y el asintió. –Estas en nuestra casa, cariño- me volvió a sonreír.
   ¿Su casa? –me incorporé en la cama, tratando de sentarme, pero mis movimientos fueron rápidos y me mareé. Tranquilice mi respiración, esperando a que me calmara.
El joven de cabellos cobrizos no despegaba la mirada de la mujer amable que estaba junto a mí. Dirigía su mirada de ella hacia a mi y la regresaba a ella.
   Sí… -la mujer hizo una mueca. –Deberías…eh…iré por Jasper, tu… bueno, sabes que… -no terminó ninguna de sus oraciones y a una velocidad sobre humana salió de la habitación.
No hablo. No me dijo nada. Solo me miraba atento y mirando cada detalle de lo que hacía.
Fascinante…
Lo miré sin entender. En verdad fue su voz pero él no movió los labios. Entreabrió un poco los ojos y siguió sin moverse.
   Edward…-habló alguien y voltee a la puerta.
Un rubio, con rostro demacrado y cabello alborotado había entrado.
   Jasper… -le contestó Edward y en ese instante ambos se colocaron en cada lado de la cama, observándome.
Quise decirles algo como “No soy un experimento, hablen” o algo parecido pero no pude. Si ellos eran como Frederic y Aranza, sabía lo que podían llegar a hacer.
Edward se levantó del sillón junto con Jasper y se quedaron en una distancia muy notoria.
   ¿Cuál es tu nombre? –preguntó Edward.
   Eleanor…Levi. Eleanor Levi.
   ¿De donde eres?
   Alaska.
   ¿Qué es lo último que recuerdas? –preguntó el rubio sufrido.
Miré hacia cualquier punto de la pared que estaba enfrente de mi y todo comenzó a reproducirse en mi cabeza como una película creada especialmente para hacerme sufrir.
Puse mis manos en mi rostro, cubriéndolo, por la vergüenza que sentía al defraudar a mis amigos, que, seguramente, murieron por culpa mía. Sentí que ya había comenzado a llorar y dejé salir un largo suspiro.
   Ellos murieron… ¿No es así?
No dijeron nada. Se miraron entre ellos, con una expresión de sorpresa con una interrogante en el rostro.
   No. –hizo una pausa- unos pudieron escapar… otros, no tuvieron tanta suerte.
   ¿Cuántos salieron con vida?
Ninguno de los dos hablo.
   Por favor, díganme –supliqué.
   Tres… -susurró y me sentí lo peor del mundo. ¿Tres? ¿Enserio tres? No debí haberme ido, debí haber hecho una distracción, debí haber ayudado más. Debí…-hiciste lo que pudiste. –me dijo Edward.
   Me siento la peor persona del mundo.
   Persona es la palabra clave… -dijo el rubio. Le miré sin entender. -¿Qué sabes de los vampiros?
   Demonios de la noche, chupasangre, grandes ojeras, ojos violetas, colmillos afi-
   Bien, suficiente, muchas películas Hollywoodenses… Porque no tenemos ojeras, ni ojos violeta, como verás, y no nos crecen los colmillos.
   ¿Te crees vampiro?
   Soy…somos, vampiros –corrigió el rubio. –Los tres. –Me miró a los ojos. –Eres una vampira, bienvenida al mundo, de nuevo. –Edward lo miró mal. Un poco directo… escuché su voz de nuevo, y por segunda ocasión, el no movió los labios.
   Debes estar de broma. Los vampiros no existen.
   Si no existieran, no estarías viva… deberías agradecernos que te salvamos.
   Si son vampiros…Frederic y Aranza también…-estaba pensando en voz alta.-¿De quien o que me salvaron?
   Te habían dejado casi sin sangre y hubo la oportunidad de salvarte. –habló Edward.
Miré instintivamente mis manos y tenían el perfecto color níveo que el de ellos. Miré mis brazos como si nunca hubieran estado ahí y fueran algo nuevo. Toda yo estaba cambiada.
   Explíquenme algo… ¿ Esto es una salvación o mi perdición?
   Un poco de ambos –dijo Jasper. –Depende de cómo lo tomes.
Nunca me planteé la idea de cómo reaccionaría si algo como esto me llegara a pasar pero, sin duda, lo estoy tomando muy bien. O, me volví una loca por completo.
   Soy un vampiro…-dije, más bien, para mi. Dejé salir un gran suspiro. –Debería de asustarme esto…-susurré para mi. Gracias, Jasper… otra vez la voz del chico de cabello cobrizo. -¿Cómo…? –lo miré -¿Cómo haces eso? Hablar sin siquiera mover los labios…
   ¿Disculpa?
   Van tres veces que te escucho hablar, sin embargo… sin embargo no mueves la boca.
   Que te parece, otra que lee  mentes. –dijo Jasper.
   Eleazar no había dicho…
Ellos se dieron una mirada que no pude descifrar.
Se escucharon unos pasos acercarse y yo me puse tensa. Erguí más mi espalda y miré fijamente la puerta.
Tranquila…solo es mi padre  miré a Edward y yo asentí.
   Vaya, Alice me informó que despertó. –un hombre de cabellera rubia, peinado para atrás apareció por la puerta- ¿Cómo estas? –me sonrió.
   Confundida –le fui sincera. –Todo este rollo de los vampiros no es fácil de digerir –me encogí de hombros. El volvió a sonreírme.
   Soy Carlisle Cullen, ellos son mis hijos, Edward y Jasper. ¿Cuál es tu nombre?
   Eleanor Levi –le tenía más confianza a él que al rubio sufrido. Edward soltó una leve risita.
   Puede leer mentes, Carlisle –le informó Jasper –y además… -se calló- vayamos afuera.
Carlisle me dedicó una sonrisa como despedida a la cual yo correspondí amablemente.
Miré a Edward que aún me miraba sorprendido.
   Explícame eso de ‘leer mentes’, por favor –le pedí y el no movió la boca más sin embargo escuché su respuesta.

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¡Ojala les haya gustado el capítulo! ^^ ya va, que se pondrá interesante. Tal vez Jasper al principio no agrade tanto pero él tiene sus razones :B y desaparecerán y le agarrará un cariño a Ellie (: 

¡Un beso, cuídense! xx:)♥ 
-A.S.

Capítulo 2: Por favor, por favor.

Capítulo 2: Por favor, por favor.
ELLIE LEVI:
Abrí lo ojos con dificultad. Me había quedado dormida llorando mientras me despedía mentalmente de mi familia.
Los chicos estaban recostados a mí alrededor. Solté un suspiro de alivio. Tenía un poco más de tiempo.
Me acerqué, gateando, a una orilla. Me senté recogiendo mis piernas, poniéndolas contra mi pecho, y abrazándolas.
¿Esto realmente estaba bien? Es decir… ¿Cómo es posible que ese plan hubiera salido de mi cabeza si soy la persona más cobarde de todos?
Negué apartando esos pensamientos. Si regresaba mi otra yo el plan se echaba a perder y todos morirían…si, por mi culpa.
Mis ojos se aguaron de nuevo.
No estaba lista para lo que se venía. Nadie esta listo y hubiera preferido no haberme dado cuenta. Me hubiera gustado que no me hubiera dado cuenta, o no sé…en un tiroteo… ¿Pero que demonios estoy diciendo?
Escuché pasos. Unos zapatos chocando con el piso de madera. Me entraron los nervios y mi respiración se aceleró. Parecía como si mi corazón quisiese salirse de mi pecho. Sentí como mis mejillas se encendían, mis ojos se aguaron y me despedí, de nuevo, mentalmente de mi familia y amigos.
Se escuchó una lucha entre la puerta, la llave y sea-quien-sea que estuviera por ahí.
Les lancé la linterna a los chicos para despertarlos. Ellos escucharon el ruido, haciendo que su cerebro reaccionara. Todos fueron a sentarse en el lugar donde eso nos había visto por última vez.
La puerta se abrió, y la silueta del hombre apareció. Comenzó a bajar las escaleras a un paso realmente lento, que me mataba.
Cerré los ojos cuando estaba en el último escalón. Había dejado de llorar pero aún había un par de lágrimas en mi rostro.
Eso se puso frente a mí y se quedó así un tiempo. Después, me dio una patada en las costillas.
   Se que estas despierta –gruñó. Me tomó del cuello y me levantó del suelo. Acercó su rostro hacía mi cuello y sonrió. Lo noté por el perfecto blanco de sus dientes.-Vaya, vaya, vaya… quien diría que el viejo Levi tuviera una bisnieta. –apretó su mano, haciendo que se me dificultara el respirar. –Te haré a ti lo que el le hizo a Meena… será tan…gratificante la vengan—
   ¡Frederic! –gritaron y el hombre volteo. –Ven aquí, idiota. Vamos, rápido.
El tal Frederic gruñó y me colocó encima de su hombro. Yo no me quejaba. Agradecía el poder respirar, para que después no pudiera hacerlo más.
Al cruzar el umbral, Frederic, de una patada, azotó la puerta.
Era una casa. Era una linda y tranquila casa…a simple vista. Era de un color verde pálido con los muebles a juego color blanco. La alfombra era de un mismo color blanco perfecto -¿Eso existe?- y había una que otra pintura colgada en las paredes.
Frederic abrió una de las tantas puertas a nuestros al rededor y me dejó caer, haciendo que el dolor de las costillas regresara.
En un movimiento sobre humano, me tomó de las muñecas y me amarró de manos.
   Siéntate –me ordeno, dándome otra patada. –supongo que eso si puedes hacerlo. –gruñó. –ahorita acabaran contigo… -¿Ya habrán pasado los quince minutos?
Frederic salió. Si quería darles tiempo, sería mejor obedecer. Como pude, me paré y me senté en la silla blanca de plástico que estaba en el centro de la habitación.
Se escucharon un par de gritos al fondo. Me alivió al escuchar un ‘Idiota’ y un quejido por parte de Frederic.
La puerta se abrió y una mujer realmente hermosa entró. Tenía el cabello rojizo en perfectas ondas brillosas. Tenía una perfecta piel nívea y sus ojos… me inundó el miedo al ver el rojo de sus ojos. Rojo sangre.
   Vaya, vaya, vaya… Si eres la bisnieta de Levi…esto será divertido… -sonrió mostrando sus perfecto dientes al igual que Frederic. –Ya son cinco…-susurró para ella. –Cariño… ¿No te sientes…diferente?
   Define diferente. Fui secuestrada, no como lo suficiente, mis piernas mi fallan y es raro que este hablando tan fluidamente, además, moriré…así que ¿Por qué no acabas con esto con una vez?
   Vaya… ¿Crees que te mataré? No, cariño… eres…-se acercó y aspiró el aire a mi alrededor –importante. –sonrió de nuevo. -¿Nada diferente?
   Si… asco por mi misma, fuera de eso, nada. –Y si, asco. ¿Cómo es posible que esa matanza acabara con solo olerme?
   ¡Aranza! –gritaron el posible nombre de aquella mujer -¡Se escapan, los chicos escapan! –mierda.
La mujer corrió, destrozando la puerta, dejándome sola.
Es tu oportunidad pensé.
No lo dudé dos veces y salí de ahí. Corrí por otro lado, siguiendo el pasillo. Más de tres veces trastabille en el camino pero me recuperé.
   ¡No! –gritó alguien al verme…Aranza.
Se escucharon un par de gritos desgarradores y yo apresuré mi paso. ¿Dónde quedaron las caminatas mañaneras?
Había un ventanal al final del pasillo. De una habitación salió un joven de cabello corto, oscuro y de tez morena.
   ¡Hazlo! Ve por ayuda…estare—
Se calló por el golpe con Aranza. Ambos comenzaron a luchar. Y yo…yo… me lancé. Me lancé de aquel ventanal, cayendo de un segundo piso.
¿Frederic me llevó tan lejos? ¿Estaba tan preocupada con mi muerte que no me di cuenta de ello?
Como pude me levanté. Había caído sobre nieve. Gracias al cielo, nieve.
Mi figura se había quedado en la nieve y ahí noté que si escapaba me encontrarían.
Cielos, cielos, cielos…
Miré atrás y los cabellos rojizos de Aranza volaban. No tenía tiempo que perder.
Levantaba como podía mis pies. Después, comencé a arrastrarlos hasta que llegué a un bosque.
   ¡Chiquilla tonta! Te has alejado de la protección de Aranza…no dudaré ni un segundo en acabar contigo…como Levi acabó con Meena… -Frederic.
   Yo no sé que pasó…por favor…por favor, déjame libre.
   Meena le suplicó a Levi…¿Ves a Meena por aquí? –me sonrió maliciosamente.
Las lagrimas caían sobre mis mejillas y el se burlaba.
   Déjame, te lo suplico… por favor…
   ¡Rogar no servirá de nada, monstruo! –sentí un escalofrío. –Las últimas palabras que Meena escuchó…las últimas que vas a oír tu…
Cerré los ojos esperando lo que había estado esperando desde que me desperté, desde que me di cuenta de que este día llegaría. La muerte.

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¡Hola, hola, hola!♥ Espero les haya gustado el segundo capítulo.
Pame & Mafer, muchas, muchas gracias por sus comentarios ^^♥

Los capítulos hasta el 5 están listos (: me confundí un poco en el 6 y estoy tratando de arreglarlo, espero sea pronto! ^^
-A.S.