Capítulo 2: Por favor, por favor.

Capítulo 2: Por favor, por favor.
ELLIE LEVI:
Abrí lo ojos con dificultad. Me había quedado dormida llorando mientras me despedía mentalmente de mi familia.
Los chicos estaban recostados a mí alrededor. Solté un suspiro de alivio. Tenía un poco más de tiempo.
Me acerqué, gateando, a una orilla. Me senté recogiendo mis piernas, poniéndolas contra mi pecho, y abrazándolas.
¿Esto realmente estaba bien? Es decir… ¿Cómo es posible que ese plan hubiera salido de mi cabeza si soy la persona más cobarde de todos?
Negué apartando esos pensamientos. Si regresaba mi otra yo el plan se echaba a perder y todos morirían…si, por mi culpa.
Mis ojos se aguaron de nuevo.
No estaba lista para lo que se venía. Nadie esta listo y hubiera preferido no haberme dado cuenta. Me hubiera gustado que no me hubiera dado cuenta, o no sé…en un tiroteo… ¿Pero que demonios estoy diciendo?
Escuché pasos. Unos zapatos chocando con el piso de madera. Me entraron los nervios y mi respiración se aceleró. Parecía como si mi corazón quisiese salirse de mi pecho. Sentí como mis mejillas se encendían, mis ojos se aguaron y me despedí, de nuevo, mentalmente de mi familia y amigos.
Se escuchó una lucha entre la puerta, la llave y sea-quien-sea que estuviera por ahí.
Les lancé la linterna a los chicos para despertarlos. Ellos escucharon el ruido, haciendo que su cerebro reaccionara. Todos fueron a sentarse en el lugar donde eso nos había visto por última vez.
La puerta se abrió, y la silueta del hombre apareció. Comenzó a bajar las escaleras a un paso realmente lento, que me mataba.
Cerré los ojos cuando estaba en el último escalón. Había dejado de llorar pero aún había un par de lágrimas en mi rostro.
Eso se puso frente a mí y se quedó así un tiempo. Después, me dio una patada en las costillas.
   Se que estas despierta –gruñó. Me tomó del cuello y me levantó del suelo. Acercó su rostro hacía mi cuello y sonrió. Lo noté por el perfecto blanco de sus dientes.-Vaya, vaya, vaya… quien diría que el viejo Levi tuviera una bisnieta. –apretó su mano, haciendo que se me dificultara el respirar. –Te haré a ti lo que el le hizo a Meena… será tan…gratificante la vengan—
   ¡Frederic! –gritaron y el hombre volteo. –Ven aquí, idiota. Vamos, rápido.
El tal Frederic gruñó y me colocó encima de su hombro. Yo no me quejaba. Agradecía el poder respirar, para que después no pudiera hacerlo más.
Al cruzar el umbral, Frederic, de una patada, azotó la puerta.
Era una casa. Era una linda y tranquila casa…a simple vista. Era de un color verde pálido con los muebles a juego color blanco. La alfombra era de un mismo color blanco perfecto -¿Eso existe?- y había una que otra pintura colgada en las paredes.
Frederic abrió una de las tantas puertas a nuestros al rededor y me dejó caer, haciendo que el dolor de las costillas regresara.
En un movimiento sobre humano, me tomó de las muñecas y me amarró de manos.
   Siéntate –me ordeno, dándome otra patada. –supongo que eso si puedes hacerlo. –gruñó. –ahorita acabaran contigo… -¿Ya habrán pasado los quince minutos?
Frederic salió. Si quería darles tiempo, sería mejor obedecer. Como pude, me paré y me senté en la silla blanca de plástico que estaba en el centro de la habitación.
Se escucharon un par de gritos al fondo. Me alivió al escuchar un ‘Idiota’ y un quejido por parte de Frederic.
La puerta se abrió y una mujer realmente hermosa entró. Tenía el cabello rojizo en perfectas ondas brillosas. Tenía una perfecta piel nívea y sus ojos… me inundó el miedo al ver el rojo de sus ojos. Rojo sangre.
   Vaya, vaya, vaya… Si eres la bisnieta de Levi…esto será divertido… -sonrió mostrando sus perfecto dientes al igual que Frederic. –Ya son cinco…-susurró para ella. –Cariño… ¿No te sientes…diferente?
   Define diferente. Fui secuestrada, no como lo suficiente, mis piernas mi fallan y es raro que este hablando tan fluidamente, además, moriré…así que ¿Por qué no acabas con esto con una vez?
   Vaya… ¿Crees que te mataré? No, cariño… eres…-se acercó y aspiró el aire a mi alrededor –importante. –sonrió de nuevo. -¿Nada diferente?
   Si… asco por mi misma, fuera de eso, nada. –Y si, asco. ¿Cómo es posible que esa matanza acabara con solo olerme?
   ¡Aranza! –gritaron el posible nombre de aquella mujer -¡Se escapan, los chicos escapan! –mierda.
La mujer corrió, destrozando la puerta, dejándome sola.
Es tu oportunidad pensé.
No lo dudé dos veces y salí de ahí. Corrí por otro lado, siguiendo el pasillo. Más de tres veces trastabille en el camino pero me recuperé.
   ¡No! –gritó alguien al verme…Aranza.
Se escucharon un par de gritos desgarradores y yo apresuré mi paso. ¿Dónde quedaron las caminatas mañaneras?
Había un ventanal al final del pasillo. De una habitación salió un joven de cabello corto, oscuro y de tez morena.
   ¡Hazlo! Ve por ayuda…estare—
Se calló por el golpe con Aranza. Ambos comenzaron a luchar. Y yo…yo… me lancé. Me lancé de aquel ventanal, cayendo de un segundo piso.
¿Frederic me llevó tan lejos? ¿Estaba tan preocupada con mi muerte que no me di cuenta de ello?
Como pude me levanté. Había caído sobre nieve. Gracias al cielo, nieve.
Mi figura se había quedado en la nieve y ahí noté que si escapaba me encontrarían.
Cielos, cielos, cielos…
Miré atrás y los cabellos rojizos de Aranza volaban. No tenía tiempo que perder.
Levantaba como podía mis pies. Después, comencé a arrastrarlos hasta que llegué a un bosque.
   ¡Chiquilla tonta! Te has alejado de la protección de Aranza…no dudaré ni un segundo en acabar contigo…como Levi acabó con Meena… -Frederic.
   Yo no sé que pasó…por favor…por favor, déjame libre.
   Meena le suplicó a Levi…¿Ves a Meena por aquí? –me sonrió maliciosamente.
Las lagrimas caían sobre mis mejillas y el se burlaba.
   Déjame, te lo suplico… por favor…
   ¡Rogar no servirá de nada, monstruo! –sentí un escalofrío. –Las últimas palabras que Meena escuchó…las últimas que vas a oír tu…
Cerré los ojos esperando lo que había estado esperando desde que me desperté, desde que me di cuenta de que este día llegaría. La muerte.

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¡Hola, hola, hola!♥ Espero les haya gustado el segundo capítulo.
Pame & Mafer, muchas, muchas gracias por sus comentarios ^^♥

Los capítulos hasta el 5 están listos (: me confundí un poco en el 6 y estoy tratando de arreglarlo, espero sea pronto! ^^
-A.S.

Capítulo 1.

Capitulo 1: Sótano.
ELLIE LEVI:
Estaba hecha un ovillo. Miraba los rostros preocupados de mis ‘compañeros de habitación’. Mis respiración se dificultaba con el paso del tiempo. No podía ver nada, solo, de vez en cuando, un pequeño rayo de luz cuando la puerta se abría.
Esa puerta era mi única salida. Necesitaba irme antes de morir. Antes de ver morir a los demás. Ya han pasado cuatro muertes en esta semana. Hay un patrón, lo sé, no se cual pero hay un patrón. Nadie se atreve a hablar ni a responder. No recuerdo mi voz, hace mucho que no la uso, y supongo que entorpeció.
Yo era de las, relativamente, nuevas. Llegó alguien después de mi, tal vez, cinco o cuatro días después y sin embargo, la han tomado antes que a mi.
   Hay un patrón…-murmuré para mi. Unas chicas voltearon a verme, lo sentí, cuando estas tanto tiempo sin ver, tus sentidos se agudizan. Lo peor de no ver en mi caso, es que se que puedo hacerlo.
La puerta se abrió. Ese hombre apareció de nuevo y nos miró a todos. Contuve la respiración. El se volteó y tomó algo. Era un cuerpo. Tomó a alguien, era un alguien y no un algo. Bajó las escaleras con ese alguien bajo el brazo. Lo aventó en el centro de la habitación, sacó algo del pantalón, una linterna, la encendió y señaló al cuerpo.
   Eso pasa cuando no cooperan –nos aseguró. -¡Tú! –gritó y señaló a mi dirección. Mi corazón comenzó a latir demasiado rápido, me comenzó a doler el pecho y sentí que el calor subía a mis mejillas.
El hombre camino hasta mi dirección. Tiró la linterna y pasó su mano a mi rostro, pasando de largo de mi, tomando el cuello a un chico que estaba detrás de mi y en ningún tiempo lo noté. Comenzó a subir las escaleras y el chico pataleo, oponiéndose al agarre del hombre.
   ¡Soy Lance! ¡Mi nombre es Hugo Lance! –gritó, mirándome a los ojos antes de que la imagen de su rostro desapareciera de mi vista.
Esperé unos largos minutos, mirando la linterna. Parpadee y estiré el brazo. Tomé la linterna y señalé el cuerpo. Era un chica. Tenía el cabello rojizo, en rulos, llevaba puesta una blusa morada desgastada y sucia con unos jeans…manchados de sangre, no llevaba zapatos, estaba descalza.
Tragué saliva y me arme de valor para acercarme. Conté hasta diez. Arrastré mis pies hasta su cuerpo. Esto me daba mala espina. Cerré los ojos por unos momentos y coloqué mis manos sobre su brazo. Abrí los ojos de nuevo al tiempo que giraba el cuerpo para ver el rostro. ¡Era Hannah!
   Oh por Dios…-susurré. Mi voz sonaba peor de lo que pensaba.
Mi nombre es Hugo Lance…
Hugo Lance… así se llamaba un chico de mi clase de algebra. ¡Era ese Hugo!
Apunté la luz de la linterna hacia todos lados, mirando el rostro de todos. La mayoría yo los conocía y solamente los había visto un par de veces.
   ¿Katie? –miré a la chica de cabello negro. -¿Mark? ¿Austin? ¿Luke? ¿Jennifer? ¿Cory? ¿Clive? –todos ellos estaban en mi escuela.
   ¡Ellie! –me llamó uno de ellos. Su voz estaba igual que la mía. –Creí que habías muerto…-ahora parecía sollozar.
   Llevabas seis meses desaparecida. –afirmó otro.
   Debí haber muerto –susurré.
   ¿Por qué estamos aquí? –escuché la voz llorosa de Katie –Ellie…tu has visto esto más que nosotros ¿Qué nos hacen?
   No…no estoy muy segura. –como pensé, mi voz entorpeció. –Te llevan, algunos regresan, algunos otros no…y algunos otros como ella –miré a Hannah.
   ¿Qué tenemos que ver todos nosotros? –ahora era Luke quien hablaba.
   Hay un patrón –afirmé. –no se cual es…
   Hugo Lance…-repitió Austin – Hannah Kay… Artie Holloway…
   ¿Artie estuvo aquí?
   Lo trajeron conmigo –se encogió de hombros. –Era mi primo.
   Espera… Holloway..Kay…Lance… ¡El apellido! ¡El apellido! – oh no…
   Si es el apellido… ¿Quién sigue?
Tragué saliva.
   Yo. –tiene que haber más que solo eso. Tal vez, si, el apellido pero de igual manera… todos nos conocíamos, eso es otro.
   Artie era mi primo –dijo Austin –que también era algo de Hannah.
   Hannah y yo somos algo así como familia –habló Mark. –éramos.
   Hugo y yo nos vimos en el funeral de mi abuelo… -recordé. –Jennifer y Katie son hermanas.
   Prácticamente todos…
   Somos familia. –terminé la oración de Mark.
Después de eso nadie habló. Permanecimos en silencio. Fue agotadora esa charla además de impactante. Fue increíble que después de mucho sin hablar pudiéramos sacar esa conclusión… y además fue fácil ya que…—Bingo…sonó una voz en mi cabeza— ya que todos estábamos también en el grupo de los avanzados.
Lo que tenemos hasta ahorita es que nos eligen por apellido, uno de sus criterios fue la inteligencia y al parecer, somos algo así como familia unos con otros. Y nos necesitaban para algo. Nos daban de comer una vez por semana y un poco de agua cada dos días… era necesario mantenernos con vida.
   ¿Creen que vayamos  morir? –habló, después de mucho tiempo, Luke.
   Definitivamente.
   Claro.
   No hay duda.
   Van a vivir –los miré. –Sabemos que seré la siguiente. –se miraron entre ellos. –Esperen diez minutos y salgan de aquí.
   ¿¡Qué!? ¿¡No recuerdas lo que pasó con el chico que intentó escapar!? ¡Lo mataron en segundos!
   Si…pero lo hizo al instante e iba solo, ustedes serían siete contra uno. Pueden hacerlo.
   Pero… ¿Qué hay de ti? –Clive me preguntó.
   Resistiré lo que pueda, ustedes vayan a pedir ayuda…y vayan por mi hermano. –lo miré.
   Pero…
   Pero nada ¿Quieren que alguien más muera? ¿Quieren que esto continúe con gente inocente? –ninguno me respondió. –será mejor que durmamos.
Ninguno dijo nada más, como lo supuse.
Nos acercamos y nos recostamos unos contra otros, juntos, para si se llevaban a uno mientras dormíamos lo sintiéramos.
   ­¿Por qué no escapamos de una vez?
   Le echan el seguro a la puerta –les recordé.
   ¿Cómo lo sabes?
   Una vez lo intenté. –miré para cualquier lado.
   ¿Alguien más ha intentado escapar? –preguntó Cory.
   Yo… una vez, pero casi me descubren –dijo Jennifer.
   Yo también… pero me dio miedo, sentí la mirada penetrante de alguien…como si nos vigilaran y me acobardé –dijo Austin.
   Esto es increíble, somos del grupo de los dotados y no sabemos como escapar de un estúpido sótano.
   Esta mi plan…y quiero que lo sigan. –les ordené.
   Eres la líder en el grupo…no estamos en la escuela, Ellie –dijo quejumbroso Mark.
   Ahora soy su amiga…y quiero que…-hice una pequeña pausa.- por favor, háganlo…antes de que más gente muera. Esta idea no me gusta más que a ustedes pero tiene que ser como tiene que ser… les apuesto a que ustedes harían lo mismo por salvar a su familia ¿No es así? ¿No han pensado que tal vez su familia podría ser la próxima? Como tu hermanita, Austin… o los gemelos, los hermanos de Hannah, o tu sobrina, Katie…-a decir verdad, yo tampoco había pensado en mi familia. No había pensado en Elliot hasta ese momento. –Háganlo por su familia, olvídense de mi, seré una completa extraña, como hace un par de horas ¿Recuerdan? Ahora, descansen, lo necesitaran.
Mi plan era suicida, pero era mejor eso a que ellos murieran y siguieran así…
Lo que yo no sabía era que después de mi, nadie más moriría. 

.-Introducción-.

El chico se paró frente a la ventana. Echó una ojeada al lugar y salió por esta. Subió, como ya era una rutina, al techo. Se sentó en la orilla, haciendo balancear sus pies. Miró a la luna. Estaba tan brillante…tan grande…tan…hermosa.
   ¡Ellie! –gritó él con tanta fuerza que se quedó callado un par de minutos para recuperar el aire que perdió. -¡Eleanor! –ahora la llamó por su nombre completo.
Solamente estaban él, la luna y el silencio.
Sus sollozos comenzaron en cuestión de segundos. Cubrió su rostro y continuó llorando la perdida de su hermana.

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¡Hola, hola, hola!♥ ¿Cómo están? Espero les guste esta historia, Ellie estuvo rondando por cierto tiempo en mi cabeza y no se calló hasta que comencé a escribir su historia. Espero les guste la historia de Ellie ^^